La evolución del ser es hacia abajo y hacia arriba, hacia el cielo y hacia la tierra, cuando se evoluciona ontológicamente se materializa el espíritu y espiritualiza la materia, no se desliga lo material de lo espiritual ni lo espiritual de lo material
A este respecto, quizá sea momento de ver con detenimiento el cuadro del hombre perfecto dibujado por el Dr. Serge Raynaud de la Ferriere, que se encuentra en la Obra "El Retiro del Maestre" escrita por su discípulo y exégeta el Dr. David Ferriz Olivares pág. 105. (Ver figura).
En ella veremos que hay etapas en las cuales la mayor fuerza de nuestro ser (focus: lugar de fuego, corazón) puede estar centrada sucesivamente en el nivel sensorial, emocional, mental (objetiva o abstracta) e incluso en los niveles intuitivo y espiritual que son los más elevados.
Pero llega un momento en el cual el Ser realiza completamente la Unidad y actúa. Ese es el Hombre Perfecto, Todo Hombre y Todo el Hombre, Completo, Cabal, Total, Universal, no solo en pensamiento sino existencialmente, no solo espiritual sino materialmente, con todas sus capacidades sensoriales, emotivas, mentales, intuitivas y espirituales, actuando a voluntad sobre los distintos planos, haciendo de cada pensamiento y de cada acción la expresión y reflejo de lo más hondo y elevado que tiene el Hombre.
No niega la existencia de los distintos planos de vida y niveles de consciencia, que de hecho existen, pero tampoco está supeditado a ellos de manera particular o exclusiva, sino que ha logrado integrarlos desde una mayor perspectiva y dimensión conciencial y existencial, quizá por ello, refiriéndose al hombre perfecto el Dr. de la Ferriere dice: "El sí tiene el poder para los focos de atencion a voluntad en todos sus vehículos".
Pero también podemos observar que este proceso implica un desplazamiento gnoseológico y epistemológico, es decir, del Saber, una evolución que va desde el desconocimiento a la omniciencia, desde el hombre primitivo hasta el hombre perfecto, describiendo un helicoide como todo proceso evolutivo en el universo.
A este respecto, quizá sea momento de ver con detenimiento el cuadro del hombre perfecto dibujado por el Dr. Serge Raynaud de la Ferriere, que se encuentra en la Obra "El Retiro del Maestre" escrita por su discípulo y exégeta el Dr. David Ferriz Olivares pág. 105. (Ver figura).
En ella veremos que hay etapas en las cuales la mayor fuerza de nuestro ser (focus: lugar de fuego, corazón) puede estar centrada sucesivamente en el nivel sensorial, emocional, mental (objetiva o abstracta) e incluso en los niveles intuitivo y espiritual que son los más elevados.
Pero llega un momento en el cual el Ser realiza completamente la Unidad y actúa. Ese es el Hombre Perfecto, Todo Hombre y Todo el Hombre, Completo, Cabal, Total, Universal, no solo en pensamiento sino existencialmente, no solo espiritual sino materialmente, con todas sus capacidades sensoriales, emotivas, mentales, intuitivas y espirituales, actuando a voluntad sobre los distintos planos, haciendo de cada pensamiento y de cada acción la expresión y reflejo de lo más hondo y elevado que tiene el Hombre.
No niega la existencia de los distintos planos de vida y niveles de consciencia, que de hecho existen, pero tampoco está supeditado a ellos de manera particular o exclusiva, sino que ha logrado integrarlos desde una mayor perspectiva y dimensión conciencial y existencial, quizá por ello, refiriéndose al hombre perfecto el Dr. de la Ferriere dice: "El sí tiene el poder para los focos de atencion a voluntad en todos sus vehículos".
Pero también podemos observar que este proceso implica un desplazamiento gnoseológico y epistemológico, es decir, del Saber, una evolución que va desde el desconocimiento a la omniciencia, desde el hombre primitivo hasta el hombre perfecto, describiendo un helicoide como todo proceso evolutivo en el universo.