Representación de Shiva (El Pensamiento), tercera persona de la divinidad en la Escuela Sanscrita, y cuya tradición enseña que Brahma crea, Vishnú protege y Shiva destruye.
Observemos al Nataraja unos instantes y veamos lo que el símbolo expresa.
Se trata de un ser, que no es ni varón ni mujer (luce aretes, uno masculino y otro femenino) lo cual revela su naturaleza andrógina muy típica del dominio suprahumano abordadas desde el punto de vista psicológico por el destacado investigador suizo C.G. Jung.
Posee una mitra (corona) indicativa de su origen de nobleza y procedencia espiritual. Tiene cuatro brazos (ciertas iconografías lo representan con un número mayor de brazos) y todo el conjunto indica que dicho ser se encuentra en una actitud de dominio, de actividad y de intensa transformación en medio de la rueda de la vida. Algunos sostienen que es la más clara imagen de la actividad de Dios.
Tiene el dorso desnudo, señal de que se ha despojado de sus “vestiduras” o bien que ha tomado el espacio infinito como vestidura.
De su tronco se desprenden cuatro brazos, cuyas manos adoptan diferentes posturas o sujetan algunos elementos simbólicos.
La mano derecha posterior sujeta un tambor en forma de reloj de arena, que marca el ritmo de la creación, del sonido, de la voz, de la palabra, del verbo, de la enseñanza, del llamado y del tiempo. En la mano izquierda posterior sujeta una lengua de fuego (Agni), símbolo de que tiene la facultad de encender, purificar, aniquilar, destruir y renovar, es decir, de provocar la transmutación de estados de conciencia con base en el Pensamiento.
La mano anterior derecha parece presentar el mudra abhaya, estandarte de protección, señal del alejamiento de todo temor o miedo en el Sendero. La mano anterior izquierda señala el pie izquierdo que apunta a su vez en dirección de la rueda de fuego, "la senda de la salvación”, que no es sino el sendero del perfeccionamiento espiritual.
Rodeando la cintura se observa el cordón sagrado (Yajnopavita) que es símbolo de autoridad y superioridad, y curiosamente se encuentra suelto como volando al viento, lo cual indica que se trata de un ser que está despojado de toda formalidad y rigidez conceptual o dogmática, para llevar adelante su ideal bodhisattvico de asistencia a los seres sin limitaciones de raza, casta, religión, ideología, nivel socioeconómico, etc. es decir, con un sentido universal.
En fin, podemos observar también que está totalmente adornado de joyas, anillos y piedras preciosas en brazos, manos y piernas, los cuales ratifican las características de sus dominios, realizaciones y facultades en el plano espiritual.
Su cabellera adornada de serpientes denota claramente que se trata de un ser pleno de sabiduría, de previsión, de discernimiento y de prudencia, ya que la serpiente estuvo siempre asociado a la sabiduría en casi todas las culturas antiguas.
La danza
La figura en general representa una danza y como tal está asociado al ritmo, al movimiento, a la actividad, al trabajo, a la creación, a la energía desplegada, a la aplicación, a la expresión, al pensamiento en acción, lo cual implica por supuesto un completo dominio de la naturaleza física, psicológica, intelectual y espiritual de dicho Ser en medio de los demás seres, cumpliendo cabalmente el Arcano que dice: Ser por la Providencia de Dios, Luz, Movimiento, Creación (1)
La creación, es decir, la inspiración que proviene de la comprensión, la concretización sabia de un ideal. "La imperturbable libertad de movimientos y espontaneidad de aliento, en que el prana se vuelve Verbo..." (2) "...una realidad creativa que se desata y desarrolla pareciendo "haberse hecho por sí misma" en la fluida levedad de las modulaciones y la límpida pureza de la penetración del Verbo que se levanta en la transparencia del aire para el despertamiento de las conciencias y el dinamismo de una misión a cumplir" (3)
En enano de la ignorancia: Avarana
La pierna derecha del Nataraja denota la destrucción del mal (el demonio), ya que aplasta a un ser pequeño, un enano (Avarana), sobre el que se halla parado. De esta forma impide que la ignorancia, le necedad y las torpezas obstaculicen el "sendero de realización"
En occidente, nuestro concepto e imagen del demonio está fuertemente influido por la concepción cristiana, es decir, en el sentido de aquel ser mítico caracterizado por su astucia y malignidad.
Sin embargo, como todo es evolutivo y el cambio es permanente, asistimos hoy a una etapa de la humanidad caracterizada por el Saber, por la ciencia unida a la sabiduría y la prudencia, y ello implica que el concepto del mal (demonio) cobra ahora conceptos y valores diferentes a la época cristiana, reactualizando el concepto de demonio que existía hace algunos milenios en la India tradicional, es decir, el Avarana, el velo de la ignorancia, y cuya explicación antropológica y sociológica la encontramos de manera precisa en las obras del Dr. David Ferriz Olivares, quien dice:
"Ha sido por parte del mundo, simbolizado en la India por el Avarana, el enano de la ignorancia, que ante la imposibilidad de impugnar a la Jñana (el Saber) y a las diferentes características de su solidez pensante, ideológica y doctrinaria, han acudido al ataque a la reputación, a la psicología del rumor y al aniquilamiento, según la época.
“Esta dicho que (la Jñana) es la Vía en virtud de la cual el avarana (velo de la ignorancia) se encuentra alejado del Yoghi..."
"Es interesante indicar que desde su origen demás de 3000 años, la Escuela Sanscrita mencionaba al Avarana con el concepto del demonio de la ignorancia, que ahora en la Jñana de la Nueva Era del Saber viene a actualizarse como personaje mítico de la ignorancia, de la equivocación, de la incomprensión, del fanatismo, del dogmatismo y de la torpeza social".
"Deja de ser en el mundo moderno, el demonio de la era cristiana como personaje mítico de la inteligencia del mal, de la sagacidad, del Mefistófeles del Fausto. Es un poco el enano de la ignorancia, sobre el cual danza Shiva en la estatuilla del Nararaja danzante, con su círculo de focus de fuego sagrado."
Supremacía de la Jñana Yoga en la Era del Saber, 2da.edic. pág. 114
Queremos destacar aquí el aporte del Dr. David Ferriz Olivares cuando señala las expresiones tangibles de la ignorancia como el fanatismo, el dogmatismo, la equivocación, la incomprensión y lo que es más interesante aún,la torpeza social, ¿cuán alejados estamos de todo ello, especialmente en occidente?.
Cuidémonos que no sean nuestros demonios los que se expresen en actitudes de intolerancia y ataque a quienes no comprendemos, a las culturas que no hemos estudiado, a los mundos en los cuales no hemos vivido, visitado e investigado, y en general a los seres que no piensan, hablan, visten, oran, comen y viven como nosotros.
Es natural que en una edad regida por el saber y caracterizada por la comunicación, la amistad, el altruismo, la integración, la búsqueda colectiva, el trabajo en equipo, la explosión demográfica, la migración mundial y la interacción multicultural a nivel planetario, las relaciones humanas se intensifiquen y demanden diálogos,encuentros, amistades, convivencias culturales, filosóficas, ideológicas y religiosas.
Por tanto, el SABER, la investigación y la comprensión, propias del Pensamiento (Nataraja) son los que deben guiar nuestra vida cultural y social, por encima de la ignorancia, la equivocación, el fanatismo, el dogmatismo y la torpeza social.
NOTAS
(1) Serge Raynaud de la Ferriere. Grandes Mensajes, pág. 337, Edit. Diana.
(2) David Ferriz Olivares, El Retiro del Maestre Dr. Serge Raynaud de la Ferriere. Edit. Diana, pág.315
(3) Ibid, pág. 315
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