jueves, 16 de junio de 2011

David Ferriz Olivares: Un Maestro de la Cultura Universal

Hace apenas unos dias, el 12 de Junio, recordamos el 90 aniversario del natalicio del Maestro David Ferriz Olivares (1921-1992), un destacado filósofo y epistemólogo americano (1), creador de varias fundaciones de caracter científico y cultural con sede en varios países latinoamericanos; escritor, filósofo, compositor musical; reconocido como Maestro de la Cultura Universal por el Instituto Nacional de Cultura del Perú (1973) y epistemólogo de América por el Vice Presidente del Consejo Nacional de la Universidad Peruana (1976); peregrino de varios continentes; discípulo del sabio francés, Dr. Serge Raynaud de la Ferriere; maestro de varias generaciones de discípulos; hombre de profundas convicciones sociales; traductor y exégeta del pensamiento de su Maestro; orador de miles de conferencias a lo largo y ancho de los cinco continentes; dedicado a cumplir de manera intensa y dinámica la mision encomendada: ser guía y orientador del Saber para una nueva era.

Mucho se ha escrito y publicado acerca de tan distinguido Maestro, y conforme pasen los años, seguramente se publicarán innumerables aspectos relacionados a su obra y pensamiento, los mismos que cubren un horizonte cultural sumamente amplio: arte, ciencia, filosofía y didáctica;  así como la concepción filosófica y aplicación práctica de sus ideales para la consecución de una nueva sociedad y de un mundo unido por la sabiduría, de los cuales,  queremos en esta oportunidad,  destacar algunos detalles que nos permitan conocer un poco más a este ciudadano universal, a quien conocimos personalmente y del cual recibimos sus enseñanzas durante muchos años.

¿Cómo podríamos resumir el pensamiento de David Ferriz Olivares sin reducir su trascendente existencia?.  En primer lugar, podríamos señalar que fue ante todo un pensador, pero a diferencia de un filósofo entregado a la búsqueda del saber por el saber, a la profundización y desarrollo de una determinada corriente de pensamiento, o en general, a la búsqueda del conocimiento o la belleza del pensar, él estuvo dedicado vitalmente al cumplimiento de la misión encomendada por su Maestro, el sabio francés Serge Raynaud de la Ferriere, a quien dedicó los últimos 40 años de su vida,  desde los 32 años de edad en que conoció su obra y a cuya causa decidió entregarse completamente, llegando a dirigir la institución que Serge Raynaud de la Ferriere fundó en América; viajando incansablemente por los 5 continentes, especialmente por los países de América, en los cuales realizó varias giras misionales, dando miles de conferencias, traduciendo las obras de su Maestro, del fracés al castellano, y supervisando la traducción a otros idiomas; escribiendo y publicando obras de exégesis acerca de su pensamiento;  componiendo música dentro de un concepto renovador del arte unido al saber; creando nuevos departamentos y servicios para el fortalecimiento y extensión de la Fundación Dr. Serge Raynaud de la Ferriere; formando nuevas generaciones de discipulos, a quienes inculcaba un compromiso vital con el saber en su sentido ilimitado, pero también en su sentido misional, de realización y aplicación social, más allá de las preocupaciones puramente individuales o profesionales.   Todo ello podría apenas dar una idea aproximada del perfil de este pensador, quien prefirió sacrificar sus aspiraciones personales a su condición de discípulo fiel y cuya misión constituye un verdadero testimonio de la entrega de un discipulo a la causa de reeducación humana.

Ya lo decía en el ápéndice final del Yug Yoga Yoghismo, escrito en agosto de 1959: "algún día no lejano, antes de que los exégetas comiencen la glosa del Yug, Yoga, Yoghismo, tal vez sea necesario proporcionar en servicio de la humanidad, la evolución psicológica del discípulo ante la evolución psicológica del Sublime Maestre, que este Mensaje VII describe, es decir, los procesos y métodos de asimilación del discípulo que sigue a su Maestre" (2).  Ese fue el nivel de identificación de David Ferriz Olivares con su Maestre y toda su obra constituye un testimonio vital y arquetípico de los procesos y métodos de asimilacion de un discípulo a la misión de su Maestro.

Su condición de discípulo y maestro espiritual al mismo tiempo, ha sido quizá el perfíl más frecuentemente destacado de este insigne maestro, pero también es justo destacar su condición de  pensador universal, que trascendió el marco puramente institucional y el de sus fronteras continentales,  para abrirse al mundo y estar atento al espíritu de su tiempo, a los avances científicos, a las nuevas propuestas y corrientes de pensamiento, a las nuevos métodos de investigación y de enseñanza, a las nuevas formas de expresión artística en el campo de la música, la literatura, la arquitectura, la pintura, etc.;  a los nuevos descubrimientos y desarrollos tecnológicos en el campo de la informática y las comunicaciones, los sistemas de lenguaje, etc. Siempre al avant garde conforme le enseñara su maestro,  personificando en su propio ser el concepto, símbolo y sentido trascendente del radar abierto a los cielos sin fin, pero sensible a su tiempo, a la situación de su entorno natural, cultural y social, hacia los cuales volcaba su enseñanza, pero recibiendo al mismo tiempo, la energía y la información del estado del mundo y de la vida.  Todo lo cual fue configurando poco a poco a un hombre universal con profundo anhelo de saber, pero al mismo tiempo con profunda vocación social y humanista.

Esa convicción social es quizá otro de los aspectos que se necesita destacar más en este pensador, su fe inquebrantable en un mundo nuevo y su responsabilidad en la construcción de una nueva humanidad.  Precisamente en uno de los primeros capítulos de su obra "Teoría científica de la Cosmobiología,  señalaba categóricamente, "primero es la cosmobiología social" (3) y entreabría esa ciencia sintesis desde el campo de la investigación, el servicio social y la didáctica, para luego ingresar en sus principios fundamentales, desarrollar sus diversas aplicaciones interdisciplinarias y finalmente exponer los fundamentos matemáticos de la misma. Un compromiso social que no ignora el estudio de las grandes eras precesionales, y cuyo estudio decía: "requiere en lo histórico, un cotejo detenido que ofrece muchos mayores principios y precisiones que algunas obras acerca del materialismo histórico" porque "el factor cósmico amplia el sentido ecológico de la historia y de la sociología y, además, nos ofrece su base matemática como lo hemos planteado en la Teoría Científica de la Cosmobiología (4). Todo él se encuentra en esa obra, como en cada una de sus obras, sean éstas artísticas, filosóficas, científicas o educativas.

Un pensador que privilegia el sistema yoga como método integral de realización ontológica, dialéctica, científica, cultural y social, tal como fue la enseñanza de su maestro, pero no para exaltar una vía por encima de las demás, sino para destacar la necesidad de hacer de todas ellas una síntesis, una confluencia de las distintas corrientes de pensamiento (yoghismo) y una realización de estados de existencia (yoga) hasta la identificación final (yug).  Todo ello dentro de una clara conciencia de vida que demanda la comprensión, realización y aplicación de estados, elementos y facultades del saber (Jñana), de la integración experiencial a través de la vía del saber (Jñana Yoga) y del diálogo de Dios con el mundo (Jñana Vijñana Yoga).  En consecuencia, su obra: La Supremacía de la Jñana Yoga en la Era del Saber no debe ser interpretada solamente en el sentido de superioridad, sino sobre todo, en el sentido de primordialidad, de correspondencia armóníca con la era del saber que demanda la inclusión de toda las vías de la yoga, para el estudio, la comprensión y realización del hombre en una nueva era.

También fue un pensador que exaltó de manera especial el pensamiento latinoamericano y su ancestral humanismo y vocación de paz evidenciada en su pasado histórico, pero también en su cultura viva, de los cuales fue un ávido estudioso con sentido epistemológico y de filosofía de la historia, y a los cuales dedicó muchas jornadas de investigación, tanto de la cultura Inca como de las grandes culturales mesoamericanas Azteca, Tolteca, Maya, promoviendo muchos eventos de diálogo y revaloración cultural, como fue el Simposio de Unificación de las Grafias de los Idiomas Quechua y Aymara realizado en 1974 en la ciudad del Cusco, los múltiples congresos, seminarios y conferencias sobre epistemología de las culturas andinas realizados en distintos países de Centro y Sur américa (entre 1975-1992) y sobre los cuales escribió algunas obras y muchos artículos como: Latinoamérica la Joya ignorada; Génesis y Humanismo de las Culturas de América, en busca de la Tradición Precolombina en Venezuela y otros; sus hipótesis e investigaciones acerca del origen de la Ciencia Yoga en América; sus investigaciones sobre la Casa del Saber o Yachayhuasi en la Cultura Inca; sus investigaciones acerca del patrimonio precolombino de Venezuela, y tantos otros estudios.

Un pensador cuya propuesta de reeducación humana estuvo basado en la cultura entendida como visión de vida, al cual dedicó todo un conjunto de programas, sistemas y métodos de formación y aplicación pedagógica y andragógica, basado en el estudio de las diversas culturas del mundo, en el diálogo intercultural, superando las limitaciones del lenguaje, de los prejuicios raciales y de la discriminación social y económica; en  la búsqueda colectiva y realización de estados de existencia a través de la convivencia armónica con personas de distintos países, lenguas y culturas; promoviendo la sustitución de la creencia inerte por una dinámica cultural espiritual, basado en el pensamiento de su Maestre quien escribia: "en los principios filosóficos de hoy, olvidamos, demasiado a menudo, la parte práctica del método y es porque vemos al mundo en la indecisión.  Una dinámica cultural espriritual debe reemplazar la creencia inerte" (5). Este pensamiento fue constituyendo poco a poco la base sobre el cual estructuró y constituyo posteriormente sus tarea educadora y reeducadora, que le permitió generar un marco de métodos, sistemas y estructuras, que fueron evolucionando desde la publicación de los Siete Métodos Didácticos para la Enseñanza en la Nueva Era, hasta la creación y consolidación de una Universidad Internacional libre y abierta como la UNINT con sede en Lima Perú (1970); el Instituto de Investigaciones y aplicaciones Científicas y Tecnologícas con sede en Caracas-Venezuela (1975), y muchos otros organismos científicos, educativos y culturales, convencido de que la aplicación del sello de Dios Viviente en la cumbre de los Altos Estudios demandaba también la creación de estructuras científicas y educativas de alto nivel.

Sería largo ennumerar tantos aportes, experiencias y enseñanzas de tan sabio maestro, terminemos este sencillo homenaje, destacando dos aspectos fundamentales de su pensamiento: la paz, y el arte unido al saber.  Su compromiso con la  paz, al cual dedicó toda su vida, partía de un concepto renovador de este principio universal, del cual escribía: "es un conjunto dinámico de relaciones de convivencia y participación caracterizado por el respeto de los derechos humanos para garantizar a cada uno un máximo de bienestar, sin limitar las posibilidades de proceder con autonomía a la adopción de caminos rectificatorios de los que se vienen transitando" (6), y agregaba su concepción dialéctica del sentido de la historia al señalar: "la verdadera fidelidad a los principios impone encontrar sin ningún dogmatismo la inspiración en la acción para la paz, una vigilancia constante en esa acción que debe adaptarse siempre a situaciones nuevas" (7).  Por supuesto, quién mejor que él, que había vivido un siglo XX lleno de conflictos, incomprensiones, crisis sociales, guerras y actos de barbarie, para proponer un programa de acción para la paz que incluye:  la educación de los niños en el seno familiar; la transformación de los gastos militares en programas de educación, salud, trabajo, vivienda y calidad de vida para el tercer mundo;  su pedido a los pueblos para oponerse a ir a las guerras; enfatizar el diálogo para resolver las controversias, reclamar conductas soberanas y prudentes; su anhelo de desaparición del comercio de armas sostenido por gobiernos y particulares; sus propuestas de diálogo interreligioso; sus ideas para la creación, instauración, estudio y enseñanza de la ciencia para la paz, la sociología de la paz, la filosofía de la paz, la educación para la paz, la historia de la paz, la comunicación para la paz y el respeto pluralista de las ideas; la formación de una poderosa corriente de opinion a nivel mundial que aisle y derrote a los factores de conflicto económico, social, cultural y étnico que pongan en peligro esa paz, etc.(8)

Por último, su vocación de artista, músico y compositor músical desde temprana edad, sus estudios e investigaciones en el mundo de la creatividad y las múltiples expresiones artísticas en distintas latitudes, desde la concepción de un arte unido al saber y el  retorno del arte a la mística, o desde los "nuevos valores de conciencia, como el símbolo, la comprensión hecha de raciocinio, la inspiración más coordinada y lógica, la investigación en el tema y los recursos artísticos.  Ya no el arte demasiado infuso, sino fundamentalmente consciente, para que surja el sentido verdadero de dar a cada quien un motivo de iluminación". (9).  Es en ese sentido que cultivó la musica y dentro de ella la composición de música sinfónica, cuya obra cumbre "Sinfonía Oriente y Occidente" fue dedicada a su Maestro e interpretada por primera vez en 1990 en el Teatro Teresa Carreño de Caracas-Venezuela.  El decía que la "obra plástica - del Maestre Serge Raynaud de la Ferriere - lo mismo que su enseñanza viviente, se dirige a la autorrealización del hombre, a la iluminación de la conciencia y a la penetración de los Misterios dentro de la conservación organizada de las ciencias sagradas: La Tradición Iniciática"(10).  La obra artística, cultural, científica, educativa y filosófica del Maestro David Ferriz Olivares, está vinculada a esos mismos objetivos.

En este 90 aniversario de su nacimiento, renovamos nuestro compromiso con la enseñanza de este gran Maestro y con la Misión del Saber del cual él es su más emblemático representante.

NOTAS
(1) Nació en la Legación mexicana de la ciudad de Kobe, Japón, cuando su padre cumplía funciones diplomáticas en ese país, permaneciendo allí hasta los seis años de edad. Años más tarde se nacionalizó venezolano sin perder su nacionalidad mexicana ni su vínculo cultural con el Japón.
(2) Raynaud de la Ferriere, Serge. Yug Yoga Yoghismo, p. 558, Editorial Diana, 1ra. edic. 14ava impresión, México 1987
(3) Ferriz Olivares, David. Teoría Científica de la Cosmobiología, p. 67. Edición Lima-Perú. 
(4) Ferriz Olivares, David, El Retiro del Maestre, p. 36, Editorial Diana, México, 2da. impresión, 1986
(5) Ibid., 248
(6) Ferriz Olivares, David. Supremacía de la Jñana Yoga en la Era del Saber, p. 153, Publicaciones Hipótesis y Síntesis de la Fundacción FISS, Bogotá, 1994.
(7) Ibid., p. 153
(8) Cf. Supremacía de la Jñana Yoga en la Era del Saber, p. 149-154
(9) Ferriz Olivares, David. El Retiro del Maestre, p. 39,
10) Raynaud de la Ferriere, Serge. Arte en la Nueva Era, p. 26, Editorial Diana, 1ra. edición. México 1980

1 comentario:

  1. Se puede decir que la organización política de los mayas tenía que ver más que nada con cargos que podrían provenir de algo hereditario o de algo divino. https://egobex.net/cultura-maya/

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